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En el cerebro de ChatGPT

En el cerebro de Chat GPT

Inteligencia Artificial ha sido elegida la palabra del año en 2022. Además, en las últimas semanas, la tercera actualización de ChatGPT parece estar en boca de todo el mundo: es incluso capaz de superar los exámenes para médico en Estados Unidos y ha empezado a levantar muchas sospechas en el ámbito académico, ya que, entre el estudiantado, es cada vez más frecuente que surja la idea de preguntarle al Chat las respuestas de trabajos escolares o incluso universitarios.

La realidad es que para el profesorado en general, resulta bastante difícil discernir si una respuesta a un ejercicio ha salido del cerebro de un estudiante o es el resultado del procesamiento de datos, (de casi toda la información presente en Internet) sobre todo si se han hecho algunos cambios en el texto. ChatGPT es un sistema de chat basado en el modelo de lenguaje por Inteligencia Artificial GPT-3, desarrollado por la empresa californiana OpenAI.

Baraja más de 175 millones de parámetros y ha sido entrenado con grandes cantidades de texto para realizar tareas relacionadas con el lenguaje, desde la traducción hasta la generación de texto.

Vamos a poner un ejemplo: Jorge Pérez es un chaval que va a tercero de la ESO en un instituto de Cáceres, tiene 13 años y tiene que hacer un trabajo para Lengua sobre los escritores más famosos de la historia. A su grupo de trabajo le ha tocado buscar información sobre Shakespeare.

Como su hermano mayor, Luis (15 años), es un friki de libro, le ha hablado sobre Chat GPT y otros temas de Inteligencia Artificial, incluso ha visto cómo sería su Comunidad Autónoma si fuese un supervillano, pasando por el filtro de una IA. Luis le ha explicado que a una Inteligencia Artificial se la entrena a base de texto, es decir, se le hacen preguntas y se le añade información, de manera que este sistema, a lo largo del tiempo, va "entrenándose" para aprender a realizar una tarea. En el caso de Chat GPT, está aprendiendo a mantener conversaciones.

A Jorge, se le ha ocurrido echar un ojo a ver lo que encuentra en Tiktok, donde pasa unas cuantas horas al día, pero no ha encontrado mucho sobre Shakespeare, pero le quedan un par de días para preparar la presentación para clase de Lengua y se le ocurre consultárselo a “Gepetto”, como su hermano llama al Chat, consultando https://chat.openai.com. Ha podido y es uno de las últimas personas, ya que, desde hace unos días, el Chat se ha hecho tan popular que no admite nuevos usuarios.

Jorge le pregunta a la herramienta “¿Quién fue Shakespeare?” y “Gepetto” le responde con varios párrafos que parecen muy acertados, contando que William nació en la Inglaterra del siglo XVI, que escribió obras de teatro, pero además era poeta y actor. Tenía un mote que era “el Bardo de Avon (o simplemente el Bardo)” y que se le considera el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal.

Unas fotos, algún fragmento de sus obras y puede que Jorge sea capaz de ocultar los conceptos que le bailan a Chat GPT, al menos a los ojos de su profesora de Lengua y Literatura. Incluso podría pedir que la información se la diese en el propio estilo del dramaturgo inglés o que, además, le crease unas tarjetas tipo Trivial con multirespuesta para presentar el trabajo en clase.

Además, otra de las ventajas de esta herramienta de IA es que tiene un sentido del contexto y reconoce de lo que se ha estado hablando en la conversación, por lo que, si quieres profundizar en alguna de sus respuestas, es capaz de seguir ese hilo argumental en nuevas preguntas. Hay que tener en cuenta, que todo lo que escribamos quedará registrado y podrá ser revisado después por los desarrolladores de OpenIA para seguir entrenando a ChatGPT.

Elvira, la profesora de Jorge, no sabe lo que es el Chat GPT y el trabajo de Jorge le ha parecido súper original por lo que le ha puesto muy buena nota. Si extrapolamos este ejemplo a los millones de estudiantes del mundo, nos damos cuenta de que este tipo de herramientas que aplican la Inteligencia Artificial están cambiando la forma en la que debemos conceptualizar el aprendizaje y seguro que los puestos de trabajo de un futuro cercano. De hecho, es tal el uso que se vaticina para esta herramienta que, ya a día de hoy, se le estima un valor de 29.000 millones de dólares, sí, 29 mil millones. Entre los círculos de entendidos del Silicon Valley se baraja que Microsoft estaría dispuesta a invertir otros 10.000 millones de dólares en esta herramienta viral y que obtendrá el 75% de los beneficios de OpenAI hasta que recupere el dinero invertido, tras lo cual se quedará con la mitad.

Tal vez, la única solución que le queda a Elvira para que su clase no saque sus trabajos del Chat GPT sea poner en una caja los nombres de su alumnado y que el azar decida quién presenta cada trabajo.